Entrevista a Christian Fernández
Christian es vecino del barrio de Flores desde hace más de una década. Vive y trabaja en la zona, y asegura que, lejos de ver mejoras, el barrio se encuentra cada vez más abandonado por parte del Gobierno de la Ciudad. Su experiencia cotidiana está marcada por la falta de mantenimiento del espacio público, el crecimiento desordenado del comercio informal y la sensación de que el barrio quedó al margen de las prioridades oficiales. Aunque reconoce que el polo textil trajo actividad económica, también resalta los efectos negativos que generó en la vida barrial: más tránsito, más basura, menos control. Con tono crítico, Christian expresa su descontento y afirma que hace años no ve un cambio real en Flores, un barrio que, según él, "el Estado decidió olvidar
¿Qué tan habitual es ver talleres clandestinos en esta zona?
Talleres mucho por acá, no. Están más metidos, no sobre las calles principales.
¿Alguna vez vieron un operativo, alguna clausura, etc?
Por las noticias. Pero los operativos son clandestinos también, están mal dados. Son prácticamente irregulares, no están con forma y causa. Son operativos ilegales, si bien hay un fiscal de por medio. Es más para sacarle la plata a las personas que están trabajando, y debería ser todo al revés.
¿Alguna vez encontraste alguna situación que te haya llamado la atención, de los talleres o las autoridades?
De las autoridades particularmente. No de los talleres, son gente que trabaja, se gana el día.
¿Qué vió?
Se vieron varias cosas, pasa que mucho acá no se puede hablar. Es peligroso.
¿Qué podes opinar acerca del control que hay acerca de la basura, los talleres?
El tema de la basura se forma más que nada porque vos estás en unas cuadras de sector mayorista. Tenés mucho aglomerado de gente en pocas horas. De lunes a sábado, y más que nada los sábados, que hay más venta minorista, tenés mucha cantidad de gente que genera demasiada basura. Y el barrio no tiene las condiciones dadas para soportarlas. Debería ser algo del gobierno de la ciudad, para ayornar todo lo que es el lugar ya que es mayorista y minorista a la vez. Hay un solo tacho por cuadra y no abastece a la cantidad de gente. Cada cuadra es como un shopping, y le ponen un solo contenedor, es imposible que abastezca.
¿Viste a gente viviendo o trabajando en situaciones precarias, dentro de algún taller?
Durante los años vas viendo cosas, y enterándote de muchas otras. Se sabe que en la zona hay de todo. Pero no se puede decir mucho.
¿Notaste si el gobierno se acercó a la zona, habló con los vecinos?
No, por acá no. Somos una parte medio olvidada en ese aspecto. Por eso se da el tema de la basura. Es algo que le corresponde al estado, y si este no está presente, se generan las condiciones que hay hoy en día. En este caso no es solamente por los talleres, sino por el consumo masivo que hay.
¿Hay alguna diferencia entre los últimos años y ahora en ese aspecto?
Es mayormente igual. Si hubo un cambio hace algunos años atrás, donde pusieron más contenedores, pero igualmente no abastece. Estamos hablando de casi 50 cuadras mayoristas, donde un contenedor cada dos no te alcanza.
¿Le pediría algún cambio puntual al estado?
Que esté más presente. Acá vienen personas de todo el país e inclusive en otras épocas venían de otros países limítrofes, cuando les convenía por el cambio. Entonces se llevan una imagen de una ciudad sucia. Los que vienen de Córdoba, de Rosario, de La Pampa, lugares más ciudadanos, se llevan una Buenos Aires donde todo es mugre. Y nosotros no vivimos en la mugre, a nosotros nos compete hasta la entrada de nuestros locales. Del local para afuera ya le compete al gobierno de la ciudad